A Dios pluguiere administrar las evidencias.
A El mismo ocultarlas al inminente pecado.
Y así yo no tentarme en tus turgencias y...
a mi mismo vendar ojos por haberlas invocado.
A ti por tus rosadas suavidades,
y a Ti luego de broncearlas exhibirlas.
Si Yo arrancando ojos y vendas...
pudiera mostrar mis oquedades...
mi nariz por tu fragancia no podría desmentirlas.
Y Tu boca que ha mordido la manzana....
las Delicias que guardan tu contorno,
evocan, resumen el grito del que emana
Mi Grito, ¡LECHON AL HORNO!
martes, 13 de mayo de 2008
SENSUAL
Publicado por
Nicolás Cavern
en
17:13
3
comentarios
((•)) Escucha este post
Suscribirse a:
Entradas (Atom)