De tanto en tanto me ocurre ubicarme y olvidar las falsas urgencias de lo cotidiano y tratar de recordar mi cara;mi nombre y que hago y por que lo hago.De mi relación con todas las cosas y de su incidencia en el Cosmos;de su significancia y de la importancia de las acciones de otros,incluidas aquellas de quienes nosotros consideramos importantes merced a la importancia que les han dado otros insignificantes como yo cuando me ocurre ubicarme.
Y en el espejo de la conciencia social veo a otro porque me obligan, a mi solo jamás se me hubiera ocurrido tamaña desmesura.
Por eso recurro a esa conciencia intima que se sonroja a la sola comparación de otras conciencias en el tabulado estándar que la compara a otras conciencias ya aprobadas en la construcción de esa Conciencia Social que tanto daño ha hecho a las conciencias intimas.
Ahora bien; si con esa preparación intelectual enfrentamos esta viaje montados en un Planeta ingobernable; en un viaje a quien sabe donde a merced de un futuro indescifrable es una burla pensar un pensamiento perdurable o una conciencia ejemplar.Salvo que entendamos que en nuestra realidad Perdurable y ejemplar no sean si no Provisorio a grosso modo y ejemplarmente provisorio en el fino trazo.
Y así es como padecemos la zozobra de algún pequeño riesgo insignificante al Gran Riesgo pero con el primero nos arruinamos la vida y el otro al no comprenderlo en su justa medida jamás lo tenemos en cuenta.
El Gran Error Fundamental fue construir el pensamiento en base a la negación de nuestra propia insignificancia.
Fue honrar la vida por la vida misma.
martes, 19 de abril de 2011
La Ilusión de la vida y la paradoja de la Conciencia
Publicado por Nicolás Cavern en 23:18 ((•)) Escucha este post
Etiquetas: conciencia social, Cosmos, Planeta, urgencias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Eh! Vuelva al humor de antes el de los primeros cuentos No se haga el filosofo.
Publicar un comentario