sábado, 2 de junio de 2007

Invasión


Todo comenzo en la madrugada de un domingo implacable.Dormir era imposible, el calor y la humedad hacian de mi almohada y del colchon algo parecido al ambito de santidad de Juana de Arco.Media hora de revolcarme en sudor me animo a recorrer los cuarenta metros que me separaban de la bomba de mano y la letrina.Mientras caminaba pensaba si habia sido una buena idea alquilar esta chacrita.Me reia imaginando mi brazo derecho en unos meses de mover la palanca de la bomba, y si seria licito amputarmelo mas adelante y enviarlo al concurso de Mr.Mundo.Mojaba mi cara y reia, cuando detras de los frutales, a la altura de sus copas,vi que unas tenues luces rojas se mecian silenciosamente descendiendo en un pequeño claro.
Entre el apuro por ocultarme y el susto, patee con mi pie desnudo la base de la bomba;un dolor genuino recorrio mi cuerpo y ardio en mis mejillas.Me escurri entre pequeños arbustos y me acerque lo suficiente como para ver que un extraño objeto con forma de pomelo habia descendido en el claro.Parecia ser metalico e impredecibles haces de luz muy tenue brillaban alternadamente en su superficie.Pero de una sola cosa estuve seguro en ese momento..¡ ese objeto no era de este mundo !.
Una mezcla de estupor y cobardia me paralizo,y hube de soportar sin darme cuenta el vidrio que me clave en la planta del pie izquierdo.Fue en ese momento en el que el objeto se desgajo silenciosamente, y en el colmo del terror,pude ver en su interior dos seres con forma de col, de ojos rojos oblongos y refulgentes que departian amigablemente.
Toda la energia de mis tendones se disparo en ese instante y en breve y enloquecida carrera destroce la mitad de mi cara contra el tronco de un ciruelo y me desmaye.
Volvi en mi con la cara desfigurada, todavia sangrando profusamente;el pie derecho latia en un dolor indescriptible, mientras la sangre que salia de la planta de mi pie izquierdo dibujaba caprichosos perfiles en el fango.Pense que habia alucinado, pero es hermosa sensacion desaparecio en ese mismo instante..¡ahi estaba la nave desgajada..pero, Dios..,esas coles de ojos rojos no estaban alli !.No se que primaria valentia o curiosidad infantil me llevo,no a escapar,sino a buscarlos y observarles.Me fui acercando lentamente por el sendero a la casa:Al llegar a la galeria cubierta por una parra que me protegia de la luz de la Luna,me acerque a la puerta de la cocina.Subi agazapado los dos escalones de la entrada asomandome poco a poco,y ¡ horror!, por la ventana los pude ver completamente, seguian siendo coles,de ojos rojo,pero lo mas impresionante eran sus seis miembros retractiles que usaban segun sus necesidades como brazos o piernas indistintamente examinando los enseres y los muebles.
A esa altura,yo, asombrado y dolorido olvide esconderme y pude ver que uno de ellos poso en mi una mirada que jamas olvidare,que aflojo mis rodillas,y que hizo que un miedo poderoso alimentara de energia a mi atormentado cuerpo cuerpo obligandome a correr desesperado a buscar refugio en el follaje, y corri sin sentido ni direccion rasgandome la carne con las ramas hasta por fin tropezar con un rastrillo y fracturarme un hombro.
Me recoste en un arbol exhausto, a lo que quisiese mi destino.El terror y el sufrimiento, esta vez,hicieron que ni siquiera me alterase el hecho de haber caido a pocos metros de la nave.Estaba entregado.Por el sendero,esas horribles coles de otro mundo avanzaban directamente hacia mi,y yo, no podia ni queria hacer nada.
Y sucedio que llegaron a mis pies y en silencio me observaron un instante.Luego se miraron y uno de ellos avanzo hacia mi,cara a cara,y por una horrible abertura debajo de sus ojos hablo en perfecto castellano y me dijo...:"Venimos en son de paz,si ustedes son tan boludos que se lastiman solos,buenas noches.."
Y se fueron