martes, 26 de diciembre de 2006

Viaje al fondo de una mesa


22 horas:Amarrado espero la partida impaciente.La tripulacion de mi mesa se agita en canticos groseros en el intento viril y marinero de espantar las entidades que habitan en las profundidades de las botellas;llenas.

22:15 horas:Partimos.Adivino en los curtidos rostros de mis hombres la mirada constante,aguda,de quien es capaz de reconocer por estas horas hasta los contornos de las etiquetas mas elaboradas.

23:10 horas:Recibimos la primera andanada por la banda de estribor.Los vasos se estrellan contra algunos dientes en el fragor de la lucha que continua sin daños serios las primeras horas.

0 horas:Comenzamos a sentir el rigor de la lucha.Mis muchachos finjen estar bien;yo tambien finjo;y ellos finjen que no se dan cuenta que yo tambien finjo.Otra andanada nos hiere a babor mientras un extraño temporal arruina los instrumentos.

01:00 horas:Es dificil conocer la procedencia de tamañas furias que azotan nuestra mesa.Ningun lugar es seguro.La tripulacion se debate en un continuo torbellino de sillas.Uno de los nuestros cae.

02:00 horas:Las jerarquias se relajan,es la primera señal;otro de los nuestros cae y son vanos los esfuerzos por rescatarlo,y, a pesar de las airadas protestas ordeno abandonar la busqueda,y darlo por perdido.

04:00 horas:El caos es total.Hemos recibido varios impactos en el higado y mis valientes,aun asi,continuan dando lucha armados con sobres de sal de fruta;otros, intentan achicar y evacuan con sus dedos.La Despensa enemiga esta practicamente liquidada.Los nuestros,heridos,reclaman para si un lugar en la Historia clinica.

05:00 horas:El Temporal ha hundido nuestra mesa y dispersos por las mareas intentamos desesperados aferrarnos a cualquier mueble.Tengo la fortuna de ser llevado por la corriente al cuarto de baño al cual entro utilizando como ariete mi cabeza.El exceso de impulso me hizo pasar de largo la linea del inodoro,enfrentando al temible bidet que se acercaba y alejaba prepoteandome.Paralizado no note que a mis espaldas el lavatorio preparaba su golpe mas artero,y mi nuca estallo en un firmamentode fragmentos expulsados por el Etna.Y quede ahi,como algunos montañistas,besando las laderas de un crater que no alcancé nunca.

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