martes, 23 de septiembre de 2008

REMUNDO

Remundo Olivaran nació en la mansa localidad de Churruca del Burlete,bueno,mansa hasta su advenimiento.Ninguno de los habitantes del pueblo tenía menos de setenta años,apareció en la escalinata de la Iglesia ya de cinco meses de edad,todavía con el cordon umbilical. Al decir de doña Supina Olivaran, su adoptante, era seguro que había nacido en ese lugar y no le sorprendía por dos motivos. El primero ; nadie en el lugar recordaba lo que era un niño, el segundo,el hijo del finado cura cerró la Iglesia hacía treinta años harto de releer los sermones que su padre había administrado en el pasado y huyó detras de una chiva que pastaba cerca, literalmente detras y no volvió ni mandó las llaves.Supina intento amamantarlo pero su seno arido estaba tan seco que parecía el pleistosceno.Cortó el cordón ; y cuando supuso haberlo estrangulado,lo tiró a los perros, y estos sin saber que hacer con el lo enterraron cerca de un terebinto.Al tiempo se llamó a reunion al Consejo de Ancianos, lo que ya de por sí constituía un problema, todos los pobladores formaban parte de el y el tema a tratar indefectiblemente era olvidado y todos volvían a sus casas excepto los tres o cuatro que no recordaban donde quedaba.Tiempo despues un ya crecido Remundo consumaba su reparición, en medio de la cosecha de la patata,Supina, orgullosa del tamaño de esta decidió exhibirla un tiempo antes de freirla y la puso a la vista en una ventana.Su vecino celoso pasó a la carrera se puso a Remundo bajo el brazo y lo tiro en el bebedero de las vacas con la intención de pasar a buscar el botín luego.Supina creyó haber soñado la cosecha de la patata gigante y su vecino olvidó donde lo había puesto.Ahora si estaban dadas las circunstancias para que Remondo comenzara a vivir su vida.Pero no fue así.Murió ahogado, se disolvió nutriendo el caldo que bebieron los animales y dió lo mismo haber nacido que no ;ser rescatado que no ;haber sido deseado que no, porque en definitiva el exito es sólo un fracaso que fracasa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y el fracaso ¿es un éxito que triunfa?